lunes, 28 de mayo de 2012

Meditación 20 de mayo 2012-Alineación

Meditación 20 de Mayo 2012
Este día, tuvimos una alineación que no se había dado en 1000 años: Gaia, nuestro planeta, el sol y las pléyades. Miles de personas realizaron una serie de prácticas con la intención de sembrar su intención abriendo la conciencia de la tierra.
Vittoria Aino, Hugo y yo, de manera muy sencilla, nos reunimos con la finalidad de alinear nuestra energía con la alineación cósmica del momento.  La campana de cuarzo dio inicio a nuestra meditación.


Mensaje de los seres pleyadianos:

Los maestros pleyadianos hicieron una nueva calibración al interior de nuestro cerebro. Directamente en las glándulas hipófisis, pituitaria y el hipotálamo.  Esta afinación está enviando impulsos electromagnéticos, a través del sistema nervioso central,  a lo largo de la columna vertebral, a todos los órganos de nuestro cuerpo. En un nivel más sutil, el código del ADN está elevando su frecuencia vibratoria.


 Para fortalecer la nueva calibración, es importante realizar ciertas prácticas, durante 21 días, con la finalidad de aligerar el cuerpo físico y sostener la alineación espiritual del alma con la vibración ascendente del planeta.


Prácticas:
1o. Realiza una meditación durante 21 minutos, por 21 días, consciente de alinear la energía interna con las energías de dimensiones superiores. Concentrarte en tu ADN, las glándulas hipófisis, pituitaria y el hipotálamo.
2o. Elimina carnes rojas
3o. Toma mucha agua (3 litros diarios)
4o. Sostén la energía de alegría y esperanza en el corazón.
5o. Nutre la confianza
6o. Expande la red de luz: con cada persona que te cruces transmite la confianza, a través de la mirada y la sonrisa.
7o. Sostén la conciencia de paz las 24 horas de un día. Envuelve cada acto, cada pensamiento, cada intención con la energía más poderosa que teje el telar que todo lo sostiene: el amor. Abre el corazón. Entrégate. 


 La puerta se abre. Los mayas regresan


Desde nuestro corazón, con amor.

domingo, 27 de mayo de 2012

Meditación 20 de Mayo 2012

Amigos queridos:
El domingo 20 de mayo, las 12 del día, Vittoria Aino, Hugo y yo, nos sentamos en la sala de meditación para enlazarnos con la alineación de nuestro planeta Gaia, Venus y el Sol. El sonido de la campana de cuarzo dio inicio a la meditación.


Mensaje de los seres pleyadianos:


Los maestros pleyadianos hicieron una nueva calibración al interior de nuestro cerebro. Directamente en las glándulas hipófisis, pituitaria y el hipotálamo.  Esta afinación está enviando impulsos electromagnéticos, a través del sistema nervioso central,  a lo largo de la columna vertebral, a todos los órganos de nuestro cuerpo. En un nivel más sutil, el código del ADN está elevando su frecuencia vibratoria.


 Para fortalecer la nueva calibración, es importante realizar ciertas prácticas, durante 21 días, con la finalidad de aligerar el cuerpo físico y sostener la alineación espiritual del alma con la vibración ascendente del planeta.


Prácticas:
1o. Realiza una meditación durante 21 minutos, por 21 días, consciente de alinear la energía interna con las energías de dimensiones superiores. Concentrarte en tu ADN, las glándulas hipófisis, pituitaria y el hipotálamo.
2o. Elimina carnes rojas
3o. Toma mucha agua (3 litros diarios)
4o. Sostén la energía de alegría y esperanza en el corazón.
5o. Nutre la confianza
6o. Expande la red de luz: con cada persona que te cruces transmite la confianza, a través de la mirada y la sonrisa.
7o. Sostén la conciencia de paz las 24 horas de un día. Envuelve cada acto, cada pensamiento, cada intención con la energía más poderosa que teje el telar que todo lo sostiene: el amor. Abre el corazón. Entrégate. 


 La puerta se abre. Los mayas regresan


Desde nuestro corazón, con amor.

sábado, 2 de julio de 2011

la mudanza

Mi casa se llena de cajas que a su vez se llenan de libros, revistas, vasos, copas, platos y entre cosa y cosa, entre el periódico y el cartón, la armonía que inspiraba a quien entraba y se sentaba en el sillón de la sala mientras permitía que los músculos se relajaran entre el humo del incienso y el sonido de las campanas de viento, que se mezclaban con los ruidos de la calle, con los gritos del gaaassss, del diaariiiooooo, de los tamaallleeessss, de la moto que vende tortillas y que parecía que todo aquél ruidajero pueblerino quedaba afuera y a la distancia, como si formaran parte de un universo paralelo que chocaba con la paz de la entrada de mi casa que, junto con el resto de las cosas, también se va.